Martí Batres se reunirá hoy con Andrés Manuel López Obrador luego del medio día. O por lo menos es es lo que agendó con su equipo de trabajo.
Cuando me enteré de esto me dio gusto. También recordé una patraña que me pretendieron vender en una llamada telefónica hace varios meses, en la cual me dijeron que supuestamente AMLO había "vetado" a Martí.
Me pareció tan grave lo que me estaban diciendo en ese entonces que hice algunas llamadas telefónicas para verificar si era el caso. No lo era. AMLO nunca lo vetó. Y ahora se estaba confirmado.
Bueno, pero entonces ¿por qué me están diciendo una mentira tan grande?, pregunté. "Es por un lío de faldas", me respondieron.
¿Cómo que "lío de faldas"? Si Martí no se mete en ese tipo de problemas.
Me aclararon entonces. Resultó que el "lío de faldas" era una mentira y que sólo existía en las fantasías de quien me dijo eso de que que Martí estaba vetado. Martí NO estaba ni está metido en ningún lío de faldas. Pero el que dijo lo del veto quiso creer lo contrario y actuó en consecuencia. Quien sabe por qué. Supongo que por una especie de celo generado por sus alucinaciones, fobias enfermizas y envidias. No se si las envidias eran hacia la edad de Martí, que es bastante más joven, o al hecho de que martí sí tenía una posibilidad real de llegar a ser Jefe de Gobierno.
Y me olvidé del asunto. Si de lo que se trataba era de convencerme de que no apoyara a Martí Batres, quien lo intentó hacer fracasó rotundamente.
Tiempo después la misma fuente del asunto del falso veto me dijo algo mucho, pero mucho más inverosímil en contra de Martí. Era tan ridículo y tan sin sentido lo que me estaba tratando de vender que nisiquiera lo voy a repetir (cuando Martí guste se lo cuento en persona). Lo que me preocupó es que esta persona le estuviera contando la misma mentira a más gente y que alguien se lo fuera a creer.
Ya de plano era guerra sucia. Yo me preparé para contrarrestar esa guerra sucia porque, a mi parecer, Martí era la única opción viable para la izquierda en el DF. Y como ciudadano no estoy de acuerdo en que se usen mentiras contra buenos políticos.
Pasó algún tiempo y personalmente le advertí a Martí Batres en su casa en Narvarte, en el marco de una reunión con grupos de izquierda, que venía guerra sucia en su contra. Cuando se lo dije, Martí me miró con incredulidad y me dijo que era absurdo, ya que no había razón alguna para la guerra sucia. Le dije que lo sabía, pero que donde se estaba originando la guerra sucia de plano estaba mal.
Al paso de las semanas en efecto empezó a aparecer guerra sucia contra Martí. De varios flancos. Pero como Martí, la verdad, se ha confiado mucho en el afecto que le tiene la gente en el DF, ha descuidado el hecho de que sí hay gente que lo quiere perjudicar y que nada los haría más felices que perjudicarlo con tal de avanzar sus propios intereses.
No voy a ser niñera de Martí Batres ni le voy a estar insistiendo en que se proteja de las agresiones y de las trampas que le quieren poner. Si Martí no se quiere cuidar, pues allá él. Yo me doy por satisfecho sabiendo que hice lo correcto en aras de que el DF no caiga en manos del PRI y con eso me basta. No se me podrá reclamar de que no hice lo que estuvo de mi parte. Pero el aspirante a la candidatura no soy yo, ni es mi deicisión que se descuide.
Espero que la reunión que tendrá Martí hoy con AMLO sea productiva; que AMLO le exprese respaldo a su candidatura y que gane las elecciones en 2012. El DF necesita a Martí. Precisamente por eso es que no puede Martí seguir descuidándose.
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