Iba a escribir una columna diciendo que la postulación de Manuel Bartlett Díaz como candidato a senador por el PRD sería un gravísimo error para la izquierda y un tiro en el pie para la campaña de Andrés Manuel López Obrador.
Iba a hablar de los principios, y de la caída del sistema del 88, y de que cómo era posible que se pusiera a Bartlett de Senador ¡por MORENA!, y del descontento de muchos izquierdistas con esta posibilidad (lo cual es cierto) y otrks etcéteras.
Pero luego leí este tweet que me envió Jaime Avilés:
“Necesitamos profesionales en el Congreso, no blancas palomas y menos chaqueteros como los Chuchos.”
Luego de intercambiar algunos tweets sobre el tema, Jaime escribió este otro tweet:
“La política es el arte de tragar sapos. La buena política el de tragar sapos tipo Bartlett y Orive para lograr objetivos estratégicos.”
Me puse a pensar entonces: “Muy bien. Veamos este asunto desde el punto de vista de estrategias políticas y, para propósito de argumento, dejemos a un lado la cuestión de los principios por un momento. Analicemos estrictamente los números y las estrategias.”
Descontando a los fundadores del PRD, que muchos de ellos fueron priistas, ¿qué otros ex priistas le han aportado buenos resultados a la izquierda? Por ejemplo:
Ricardo Monreal: Ha resultado buen operador político en el Senado, se echa buenos discursos, y en general le ha dado resultados a la izquierda.
Arturo Núñez: Fuertemente criticado por haber aprobado el FOBAPROA cuando era legislador del PRI. Es senador por el PRD y la causa de no pocas críticas por parte de la izquierda a AMLO. ¿Resultados? No se ha visto ninguno. Excepto por un detalle: ha estado operando en Tabasco, donde al parecer quiere ser candidato a gobernador, y le ha dado el suficiente resultado como para que el PRI le lance guerra sucia y hasta lo demande por presuntos actos anticipados de campaña. Está por verse entonces si darle entrada en la izquierda fue buena idea o no.
Manuel Camacho Solís: Camacho casi fractura a la izquierda al operar para que le dieran la candidatura presidencial de izquierda a Marcelo Ebrard. De Camacho se desprendió el término “camachuchos”, para referirise a los camachistas y chuchos detrás de la candidatura de Marcelo. ¿Dio buenos resultados a la izquierda? Definitivamente no.
Leonel Cota Montaño: Logró mantener la paz en el PRD cuando fue su presidente nacional, le fue bien como gobernador de Baja California Sur, pero luego operaron en su contra y lo sacaron de la jugada de plano. ¿Le dio buenos resultados a la izquierda? Algunos.
Dante Delgado: Su partido, Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, tuvo muchas metidas de pata en su afán por verse medio deslindado de AMLO. El propio Dante tuvo una muy mala campaña electoral en Veracruz en 2010—aunque también hay que decir que fue una puñalada por la espalda lo que hicieron algunos que primero le vendieron a Delgado que lo encumbrarían sólo con internet, para luego tirarle cebollazos a Fidel Herrera cuando vieron que Dante iba a perder. Lo más lamentable, es que Delgado les siga haciendo caso. ¿Resultados para la izquierda? Pues siguen apoyando a AMLO. Más allá de eso, sepalabola.
Juan Sabines: Uno de los peores errores del PRD y del propio AMLO. Ni mal ganó las elecciones de Chiapas y dio el chaquetazo, reconociendo al usurpador Felipe Calderón y hasta develándole un busto a Juan Camilo Mouriño. Toda una pifia de la izquierda. Resultados: cero.
Muy bien. En general, con la excepción de Juan Sabines y Camacho, los ex priistas que se han ido al PRD le han dado resultados a la izquierda que van desde ni fu ni fa hasta buenos. Hay otros operadores y simpatizantes de la pedacera que le han causado más daños que beneficios a la izquierda—particularmente los que se acercan a AMLO sólo por interés comercial—pero estamos hablando de los que de verdad han tenido candidaturas; de los que se notan de a deveras, pues. No de los wannabes.
Siendo el caso ¿vale la pena darle una senaduría a Manuel Bartlett como jugada estratégica para la izquierda?
Si me preguntan como izquierdista, voy a responder que no. Es el típico caso de tener que taparse la nariz a la hora de votar.
Si me preguntan en términos de estrategia, voy a responder que tal vez. AMLO no se enfrenta en 2012 al PAN, sino al dinosaurio del PRI. Y va a necesitar forzosamente de otros dinosaurios que le ayuden a enfrentarlo.
Para bien o para mal, Bartlett es uno de esos dinosaurios. Y francamente, a estas alturas ya no le veo diferencia entre el Bartlett de la caída del sistema y el Cuauhtémoc Cárdenas que “no vio” el fraude de 2006 y que le dio el “beneficio de la duda” a Felipe Calderón.
En otras palabras, si postulan a Bartlett como Senador no me va a agradar la idea. Tal vez lo pueda entender en términos de estrategia política, pero será un salto de fe muy grande el que nos estarían pidiendo para confiar en que Bartlett se va a comportar como político ya no con principios, sino con congruencia.
Y es que, la verdad, es un albur muy difícil. Si Bartlett sale como Arturo Núñez, no se van a notar mucho sus resultados, pero por lo menos no va a parecer que le esté causando problemas a la izquierda. Pero si sale como Juan Sabines, uta... Va a ser un golpe diurísimo para la izquierda.
Pregunta entonces: ¿Quién en el PRD se hace responsable por Bartlett? ¿A quién le reclamamos si se sale del huacal?
Por favor avísenos. Porque aquí yo creo que sí vamos a necesitar un aval de alguien en la izquierda para poder darle el beneficio de la duda.
Por eso mejor AMLO 2012.
PD: Me indican correctamente los lectores que tanto Arturo Núñez como Dante Delgado votaron a favor de la reforma energética privatizadora. Lo irónico del caso, es que Manuel Bartlett se pronunció en contra de esa reforma.
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