Ayer por la tarde un twittero subió a la red social una fotografía de Gerardo Fernández Noroña viajando en el Metro en la Ciudad de México.
No tiene nada de particular la foto. Noroña aparece de pié, sujetado de los tubos del vagón, y al parecer silvando alguna tonada. La foto fue tomada sin que él se diera cuenta por un pasajero del Metro que lo reconoció.
Lo casual de la foto me pareció simpático y la subí a blogdeizquierda.com con el título "Foto: @fernandeznorona viaja en el Metro", simplemente como foto de relax, ya que era interesante el contraste de un legislador federal viajando muy quitado de la pena en el Metro.
Cuál fue mi sorpresa vi cuando empezaron a llegar cientos de visitas a ver la foto.
Al final del día, la foto de Noroña se convirtió en uno de los posts más vistos del blog durante el día (sólo superado por la pifia de Peña Nieto de #nosoylaseñoradelacasa).
El detalles que no se le dio mucha promoción a la foto. El propio Noroña no la tuiteó. Hice un tuit de la foto y el público llegó por centenares a verla.
A mi me consta que Gerardo Fernández Noroña es popular. En un desayuno con él hace unos meses dos veces se acercaron personas a la mesa donde estábamos desayunando para pedirle autógrafos y para felicitarlo por sus intervenciones en la Cámara de Diputados. Salimos del restaurante y de nuevo se acercó la gente a felicitarlo. La gente sabe quién es Noroña y lo quieren bien.
Cuando Noroña dijo en Twitter que vio una encuesta hace meses en donde estaba bien posicionado para el GDF, la verdad, no le creí. Pero luego del incidente de la foto, le empiezo a creer.
Le critico a Noroña lo mismo que le critico a Alejandra Barrales: que no he visto que tenga una propuesta específica para el DF. O por lo menos que no la haya presentado en público. Creo que si de verdad quiere contender por el GDF, Noroña debe presentar su propuesta cuanto antes. Falta poco para iniciar el proceso de selección de candidato de izquierda, y si presenta una propuesta concreta, le podrá ganar a Alejandra Barrales.
Tal vez valdría la pena, por ejemplo, que Noroña distribuyera su propuesta cara a cara en el metro. O cuando la gente se le acerca en la calle. Pero tiene que ser ya, porque los tiempos ya están encima.
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