Esta nueva estrategia pretende minimizar los insultos de "pendejos", "parte de la prole", y "critican por envidia" que lanzaran ayer Peña Pretelini y su novio, José Luis Torre, en Twitter, propagando la idea de que el asunto queda arreglado con una disculpa por parte de la hija del priista.
Sin embargo, el público en Twitter no lo considera de esa manera, puesto que vio a los insultos como una clara muestra de arribismo y como evidencia de la educación que Peña Nieto le dio a sus hijos, lo cual jo agradó al electorado al considerar que Peña Nieto es aspirante presidencial.
Miles y miles de mensajes en redes sociales y en diversos sitios de internet son evidencia de esto. Inclusive luego de que el propio Peña Nieto intentó disculparse por los insultos de su hija, el publico simplemente no perdonó lo que consideró como una muestra de la ideología clasista que se menaja en la familia de Peña Nieto hacia el resto de los mexicanos, particularmente los que no están de acuerdo con el PRI.
La primer ola de control de daños por los insultos de Paulina Peña ocurrió apenas una hora luego de que ocurrieran, cuando las cuentas de Twitter de la hija de Peña Nieto y de su novio fueran borradas de la red social.
No funcionó. Los usuarios de Twitter ya tenían capturas de pantalla evidenciando lo ocurrido, por lo cual Peña Nieto tuvo que disculparse.
Tampoco funcionó. Siguieron las recriminaciones e inclusive Luis Videgaray, asesor de campaña de Peña Nieto, tuvo que decir en Twitter que la cuenta de Paulina Peña fue borrada, y que cualquier cuenta con su nombre era falsa.
Pero nada de eso logró aminorar la indignación en Twitter contra los Peña.
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