La predicción se volvió realidad. La contienda final por la candidatura de izquierda para la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal será entre dos: Martí Batres y Mario Delgado.
Es lo que ya se maneja en los principales círculos de izquierda en la Ciudad de México. Al no ser Mancera militante del PRD, no podrá ser candidato. Y al ser Martí Batres el candidato lopezobradorista más competitivo, Alejandra Barrales queda fuera de la contienda, aunque por cortesía se le invite a la contienda interna.
Corren otros rumores: que Marcelo Ebrard tiene vetado a Martí Batres, y que como Ebrard y AMLO se “arreglaron”, Mario Delgado será impuesto por el PRD en la candidatura.
Es tan fuerte el rumor, que el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, tuvo que decir ayer que es falso que se haya hecho ese pacto entre AMLO y Ebrard; que será el PRD y el PRD-DF los que designen al candidato, y que la convocatoria para el proceso a la candidatura local se podría anunciar en dos semanas.
Mientras tanto, Mario Delgado no quiere renunciar a su cargo. Que porque se va a esperar a los tiempos legales para renunciar.
Eso lo que quiere decir en realidad es que Mario Delgado sabe que no puede ganar, y que no le conviene dejar el hueso ni el escaparate para seguir intentando remontar en las encuestas, empresa en la cual ha fracasado bochornosamente todos estos meses.
Hay más; la izquierda en el DF está insistiendo mucho en algo que es cierto: Martí Batres es el único aspirante al GDF auténticamente pejista. En una entrevista reciente, el propio Batres señala que no le molesta que digan que está en hombros de López Obrador, ya que prefiere que digan eso a que se diga que está en los brazos de Felipe Calderón.
López Obrador, desde luego, no se ha pronunciado por nadie. Pero sí se sabe que Mario Delgado fue a la oficina de AMLO a buscar apoyo y no lo obtuvo. AMLO no lo designó como su candidato. Ni lo va a hacer.
Mientras tanto, en el PRI ya se relamen los bigotes ante la posibilidad de que se imponga a un candidato de izquierda débil. Nada agradaría más a los intereses del PRI que el candidato fuera Mario Delgado o, por alguna mala pasada del destino, Alejandra Barrales. De lo contrario, Beatriz Paredes tendría que lidiar con Martí Batres, el único aspirante de izquierda que hizo trizas en la Cámara de Diputados a Diego Fernández de Cevallos (visto por muchos como Salinas versión 2.0).
Por lo cual el destino del DF tiene dos opciones: O lo retiene la izquierda postulando como candidato a Martí Batres, o lo pierde imponiendo a Delgado, Macera o Barrales.
Por eso mejor AMLO y Martí 2012.
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