Una cagoteada a la CFE

Por Victor Hernández

Desde hace un buen tiempo tengo la política de no pelearme con pendejos porque no vale la pena. Es como revolcarse con un marrano. Uno termina embarrado pero al marrano le encanta.

Hago la excepción con la CFE. Esos cabrones merecen todo el lodo que les pueda caer encima por rateros, estafadores, ineptos, negligentes y prepotentes.

Recientemente fue precisamente el caso.


Desde que el idiota de Felipe Calderón extinguió a Luz y Fuerza del Centro, CFE sólo ha perjudicado a los usuarios de electricidad en el centro del país. En mi caso en particular, que no es el único, CFE ha hecho lo siguiente:

1. No mandar recibos.

2. No leer medidores.

3. Cuando finalmente manda recibos, cobra en base a un promedio arbitrario y no en base a medidor—con lo cual cobra más de lo que realmente se consume, lo cual se llama ROBO.

4. Cobra por tarifa de alto consumo cuando no es el caso. Por ley—y esto está en el sitio de CFE—para que CFE pueda cambiar la tarifa a alto consumo, el promedio de los últimos 6 meses de consumo eléctrico debe ser mayor al límite de consumo básico. Esto quiere decir que el pasarse del límite de consumo básico un mes NO es justificación legal para cambiar la tarifa siempre y cuando el promedio de 6 meses sea de bajo consumo.

5. En vez de mandar los recibos que nunca mandó, pone los adeudos anterioras al reverso del recibo más reciente, pero a la hora de ir al centro de atención de CFE a pagar, salen con la jalada de que según sus computadoras el adeudo es mayor. Eso llama FRAUDE. Eso sí, NUNCA están los supervisores de los burócratas de ventanilla para reclamar.

Aún así accedí a pagar los adeudos, supuestamente en lo que se investigaba el caso. Pero como no estuve dispuesto a pagar todos los recibos mal hechos, me dijeron en ventanilla que pague un recibo extra al mes. Que con sólo mostrar que hay voluntad de pago es suficiente para que no le corten a uno la luz. Muy bien. Eso hice.

Pues el pasado 3 de noviembre llegaron dos fulanos de CFE, de nombre Juan Miguel Sánchez Vite y Eduardo López Cruz, a querer cortarme la luz. Esto a pesar de que 2 semanas antes yo había pagado el último recibo y uno `e los anteriores.

Les mostré los recibos y las fichas de depósito. Dijeron que no. Que ellos tenían órdenes y que lo decía en un aviso de corte de CFE. Les dije ho que a mi me dijeron en el centro de atención a clientes. Me pidieron entonces una grabación de lo que me dijeron para creerme.

Pero resultó que el aviso no era una orden de corte, sino solamente un aviso que nisiquiera decía en qué fecha se iba a realizar el corte. El aviso estaba firma`o por un tal Christian Guzmán Rasgado. Pese a eso, insistían en que los dejara entrar a cortar el medidor.

Les dije entonces que me acompañaran al centro de atención a clientes para que corroboraran lo que me habían dicho ahí. Dijeron entonces que no y que iban a escribir en su reporte que les negué entrar a hacer su trabajo.

Les dije entonces que no mientieran. Que yo no hice eso. Me salieron entonces con que iban a cortar el cable que suministraba luz a todo el edificio donde vivo, dejando sin luz a loz vecinos.

“¿Está loco? ¿Qué le pasa? ¿Cómo va a dejar sin luz a los vecinos si ellos ni la deben ni la temen?” No hicieron caso y siguieron con su amenaza.

“No señor”, les dije. “Ustedes están violando la ley. Ni me mostraron una orden de corte, ni están diciendo la verdad en su reporte. Y eso es fraude. ¿Quieren que los demande?”

“Pues proceda como quiera.”

Craso error. No debieron haber dicho eso. Lo único que lograron hacer fue encabronarme. Y no quieres verme encabronado.

“Muy bien. Voy a demandar no sólo a CFE, sino también a ustedes por violar la ley al levantarme falsos.”

“Nosotroso sólo seguimos órdenes. Arréglese con el jurídico.”

“No. El que va a ir con el juez eres tú.”

“Yo no voy a ir con el juez.”

“No sólo vas a ir, sino que te van a detener para que lo hagas.”

“Yo no soy responsable.”

“Claro que lo eres. Te engañaron en CFE si te dijeron otra cosa.”

(Esto es tecnicamente cierto. CFE facilmente pudo haberse deslindado diciendo que el que puso mentiras en su reporte era el fulano este y dejarlo colgado de la brocha.)

En este punto los dos fulanos empezaron a ponerse nerviosos. Uno de ellos pretendió apantallarme sacando su celular y pidiendo “una patrulla” ya que los seguí hasta el poste de luz y luego hasta su auto para reclamarles que me dieran el teléfono de su supervisor para hablar con él, cosa que no quisieron hacer alegando que no se sabían el número—lo cual era falso, como se verá más adelante.

¿Ah sí? Pues yo también tengo a quien llamarle. Tomé mi celular y marqué.

“¿Bueno? ¿Iván?” dije yo. “Están aquí unos tipos de CFE que pretenden cortar la luz a todo el edificio sin motivo legal. Por favor ve preparando una demanda y apunta estos nombres: Juan Miguel Sánchez Vite y Eduardo López Cruz. Sí. Ajá. Exacto. Vente en friega a mi casa con la demanda y tráete una patrulla por favor. Ya estuvo bueno de aguantarle sus fregaderas a CFE.”

Cuando oyeron esto los dos fulanos se pusieron aún más nerviosos. De plano sacaron cigarros y empezaron a fumar.

“Yo no me muevo de aquí hasta que llegue mi abogado. Ustedes sabrán”, les dije.

“Ahorita viene nuestro supervisor.”

(¿No que no se sabían el número, cabrones?)

Como a los 10 minutos llegó otro cochecito de esos de CFE con 3 fulanos más. En cuanto lo vi me acerqué a la ventana y con tono golpeado le dije a uno de ellos antes de que pudieran bajarse: “¿Usted es el supervisor de estas personas?”

Se sacó de onda. Obviamente hos mequetrefes de CFE no están acostumbrados a que los pongan en su lugar. Con cara de susto me dijo que sí, que si le daba permiso de bajarse. Lo dejé.

De nuevo expliqué lo que estaba pasando y le dije que iba a proceder legalmente contra ellos y contra sus supervisores por fraude y por difamación.

Resultó que el supervisor era el mismo fulano que firmó el aviso que me entregaron. El tal Christian Guzmán Rasgado. El nombre del fulano me sonaba familiar. Casi podría asegurar que se trataba de el mismo supervisor que nunca estaba en su oficina para poner en orden a los pendejos de las ventanillas.

A los cinco fulanos de CFE les puse la cagoteada de su vida. Y les advertí que si insistían en esta arbitrariedad procedía legalmente y que ellos sabían perfectamente que el jurídico no los iba a salvar.

El tal Christian finalmente dice “no, mire, vamos a hacer un arreglo. Usted vaya a pagar los recibos atrasados y ya. No le vamos a cortar nada. Pero si mañana no ha pagado entonces venimos a molestarlo nuevamente.”

(Ah ¿cómo? ¿pues no que tenían orden de corte? Otra mentira.)

Yo le dije que eso no fue lo que me dijeron en ventanilla. Que por qué estaban permitiendo que en ventanilla engañaran a la gente. Nomás puso cara de hacerse güey.

“Ah, y además quiero que borre del reporte que yo no le permití a estos dos hacer su trabajo porque eso es mentira.”

Para esto, los dos fulanos habían dicho que no podían borrar nada de su reporte. Pues lo tuvieron que borrar. ¿No que no se podía? Tercera mentira. Claro, lo hicieron con cara de que se los cargaba la chingada no se si de susto, de coraje, o de los dos*

Seguí cagoteando otro rato a los 5 fulanos. Subí la voz para que lo escucharan los vecinos, lo cual los puso más nerviosos. ¡Imagínense si la gente sigue el ejemplo y todos los cagotean! Tal vez por eso el tal Christian me salió con que nunca nadie se había quejado del procedimiento de corte.

“Pues es que yo no soy agachón. Hay muchos agachones que les aguantan sus fregaderas, pero yo no se las voy a aguantar.”

Total que se fueron con el rabo entre las patas y yo me regresé a mi casa orgulloso de haber seguido puntales los buenos ejemplos del Sensei Gerardo Fernández Noroña de no dejarme de las arbitrariedades del poder. (Digan lo que quieran de Noroña, pero si los mexicanos tuvieran sus tamaños, no estaría el país tan mah como está.)

Así que si les sale agún payaso de CFE queriéndolos amenazar, plántense enfrente de su auto y marquen a un abogado. Esto va a espantar a CFE porque simple y sencillamente los que están violando la ley son ellos. Lo hicieron desde el momento en el que pretendieron cobrarle la luz a gente que nunca hizo contrato con ellos.

Ah, y a los de CFE les reitero: si a ustedes CFE les dijo que no tienen riesgo de demandas por estar siguiendo órdenes, los engañaron. Quien participa en un acto ilícito, así sea por una orden, se llama CÓMPLICE, y también está sujeto a acción legal. No arriesguen su libertad por unos cuantos pesos que les paga CFE. SÍ pueden ustedes ir a la cárcel si participan en una violación de la ley.

Por lo demás, gente de CFE, NO SEAN PENDEJOS. Tomó más tiempo el ponerse a pelear conmigo que haberme acompañado al centro de atención a clientes. Por mentirosos y necios nomás desperdiciaron tiempo. A menos, claro que eso hubiera sido lo que buscaban desde el principio: que les pagaran por huevonear.

Al resto de los lectores los invito a que publiquen los nombres de los trabajadores de CFE que cometan arbitrariedades para tenerlos bien identificados y entiendan que la gente ya no se va a dejar atropellar.

Por eso mejor AMLO y Martí 2012.

PD: Debo confesar algo. Cuando marqué para pedir un abogado y una patrulla, en realidad el celular estaba apagado. XD ¿Para qué molesto a mis amigos abogados? Obviamente estaban blofeando. Dio el mismo resultado entonces el darles una cucharada de su propia medicina. La próxima vez, no obstante, no voy a ser tan benevolente.

PD2: Otra cosa que voy a hacer es pedir al IFAI un listado de todos los trabajadores de CFE en atención al cliente que realmente se saben las leyes que rigen a CFE. Para ver si de verdad se justifica el sueldo que ganan.