Ayer Jon Stewart hizo pedazos al aspirante presidencial republicano Herman Cain, a quien 3 mujeres lo acusan por acoso sexual, debido a que, encima de eso, apareció una cuarta mujer que no lo acusa de acoso, sino de haber tenido una relación extramarital por 13 años en la cual Cain se reunía con ella en cuartos de hotel, le daba regalos, y le enviaba mensajes de texto pasadas las 4 de la mañana.
Aquí el video:
También lo pueden ver aquí.
Según Cain, sí conoce a esta mujer, llamada Ginger White, pero, según él, le daba regalos a manera de "ayuda financiera."
Oh, ya me imagino la escena. "Es que llegó al corazón su situación."
¿Y para eso era necesario que se vieran en un cuarto de hotel?
La pregunta es: ¿cuántas mujeres le sacan dinero a empresarios, como Cain, para callarse las infidelidades de los interfectos?
Dirán algunos que "es vida privada. No nos metamos."
NI MADRE. Chinguen a su madre con su "vida privada." Cuando se trata de empresarios y personas en situaciones de poder, lo que está en juego no es solamente sus "vidas privadas", sino el daño que le hacen a la sociedad al perpetuar una situación de abuso de poder con máscara de inocencia.
¿Esta es la derecha? ¿Estos son los que se dicen exitosos líderes y ejemplo de moralidad?
Bien por la señora Ginger White por balconear a Cain. Mal por las queridas de varios que se queda calladas por conveniencia financiera, perpetuando la desigualdad y los cargos para incompetentes, aportando a la hipocresía que tanto daño le hace a esta sociedad.
Y aclaro: me da igual que quien sea ande de pitoloco. Por mi que los presidentes sean swingers y lo presuman. Mientras más libertad sexual haya, mejor. Pero que lo digan. Que no nos quieran vender la idea de que son castos y con la autoridad moral para pasar juicio sobre los demás cuando sus vidas privadas en realidad son una porquería.
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