Por supuesto que tal anuncio le viene como anillo al dedo a una parte del espectro político mexicano, el de la más extrema derecha y el fundamentalismo más fanático, que logró colarse al poder en 2006 por la via del fraude, y que para 2012 está dispuesto a recurrir a todo, no importa si es violando la ley, para continuar en él.
La iglesia mexicana, que tantos privilegios ha recibido en este "gobierno" de pacotilla, le da así una ayudadita al panismo desfondado, que para 2012 no tiene posibilidad electoral alguna (a menos, claro, que vuelva a cometer fraude, pero está por verse si lo permitimos), y "contrata" a un propagandista de lujo, un sumo pontífice que si bien no tiene el carisma de su antecesor, puede venderse sin problemas entre la feligresía mexicana como un Juan Pablo II de similares: lo mismo, pero más barato.
¿Y para cuándo estaría programada la visita del jefe de la iglesia católica a nuestro país? Pues para la primavera de 2012, es decir justo cuando más candente esté la lucha electoral. ¡Oh, designios insondables del Creador! ¡Qué milagro tan afortunado éste, que permitiría al panismo persignado presentarse como "la opción de Dios", y lucrar políticamente (¿máaaaaaas? Si casi ni saben qué es eso) con la visita del Vicario (con V, no con S) de Cristo.
De verdad que los panistas son una verdadera plaga bíblica, de la que este país tendría que liberarse de una vez y para siempre, antes que terminen, como las mangostas, destruyendo lo poco que queda de bueno en México.
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