El diario Reforma empezó a hacer su propio ranking de influencia de políticos en Twitter.
Según ellos, Enrique Peña Nieto tiene una influencia de 54 puntos, seguido por Josefina Vázquez Mota con 47 y Marcelo Ebrard con 28.5.
Al margen de que los números no suman 100 (suman 129.5, que suena como encontrar más votos que votantes en las urnas), Reforma se hace bolas para mostrar una razón cuantificable para dar ese ranking.
En el caso de Twitter, miden sus seguidores, su cantidad de tuits y su klout, que es una medida arbitraria de determinar relevancia.
Lo que no dicen, es que la cuenta de Peña Nieto está inflada con cuentas fantasma, como se demostró en blogdeizquierda.com la semana pasada.
Ironicamente, Reforma pone como referente de seguidores a la cuenta de Felipe Calderón, la cual también está inflada con cuentas inventadas.
Luego miden la cantidad de tuits de cada político, pero resulta que la cantidad de tuits es irrelevante. Lo que realmente cuenta es la influencia que tiene cada tuit. Manlio Fabio Beltrones, por ejemplo, supuetsamente tuitea más que AMLO, pero nunca lo citan en los medios. A AMLO sí.
Y finalmente el klout, que es, como dijimos, una medición basada en algoritmos que realmente resulta arbitraria (mide qué tanta gente retuitea, qué tanta gente sigue, etc) ya que el klout no mide, como dijimos, factores externos, como la relevancia en los medios, lo cual es la clave para cualquier cuenta de tuiter de un político.
(Aquí vale la pena señalar que Felipe Calderón no aparece en en la medición de Reforma de tuits ni de klout. Lo cual demuestra que el número de seguidores por si mismo es irrelevante.)
Luego miden la cantidad de seguidores en Facebook, pero olvidan mencionar que los seguidores en Facebook, sus menciones y "likes" se pueden comprar. Curiosamente, Manlio Fabio Beltrones, nuevamente, está en una posición alta de posts en Facebook, pero influencia en redes sociales no tiene. Nadie lo menciona y nadie le importa lo que diga. Tan es así, que en lo que a comentarios se refiere, Beltrones está en los últimos lugares. Y en interacción gana Josefina Vázquez Mota. Pero, como hemos señalado, ningún factor por si mismo determina la relevancia de un usuario de redes sociales para propósitos de política.
Entiendo que Reforma quiera rating, y que ahorita los medios crean que las redes sociales son lo máximo (ayudan, pero no lo son todo) y que sean tan tarugos que cualquiera les pueda vender la idea (falaz) de que por tener muchos seguidores en Twitter o Facebook ya es un fregonazo. Pero la realidad es otra.
La realidad es que la relevancia de redes sociales nisiquiera la hacen los que ahí participan, sino el resto de los usuarios.
Ninel Conde, por ejemplo, no tiene más que escribir con faltas de ortografía para que miles de usuarios de Twitter la mencionen... pero para pitorrearse de ella. Eso le da klout y seguidores. ¿Pero relevancia? Sólo como bufón de la corte (que es el caso, me parece, con otros que presumen muchos seguidores.) Y en política, el ser bufón de la corte no es buena idea. En redes sociales el tener mala publicidad NO es mejor que tener ninguna, puesto que se pierde relevancia y credibilidad.
Lo que Reforma debería hacer es periodismo digital de a deveras y ponerse a revisar las cuentas de los seguidores de Peña Nieto y de Calderón. Muchísimas de esas cuentas no tienen foto, no tienen perfil, no tienen seguidores y no siguen más que a pocos priistas y medios. Tienen todas las características de cuentas fantasma.
¿Se ha dignado Reforma a decir algo al respecto? No. Y eso, señores, en el contexto de un diario que pretende hacer un ranking de políticos en internet, se llama desinformar.
Por eso mejor AMLO 2012.
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