El PAN y el PRD postularon como canidato de alianza a la gubernatura de Sinaloa al priista Mario López Valdez (MALOVA), cuyo desempeño en el cargo, una vez ganada la elección, ha sido pésimo.
Para empezar se le ocurrió la tontería de promover la censura en Sinaloa, alegando que los narcocorridos son apología del delito. Esto a pesar de que no se ha demostrado que un narcocorrido cause delitos.
Y ahora MALOVA admite que no tiene libertad para desempeñar su cargo debido a que el crimen organizado pretende secuestrar a damiliares de funcionarios para usarlos de cambalache cuando arresten a delincuentes.
Dijo de acuerdo con El Universal:
"Hoy, el ejercicio público se ha vuelto, aparte de difícil, peligroso. Hemos escuchado algunas conversaciones de los delincuentes cuando les hemos logrado atrapar a un lidercillo de alguna célula, jefe de algún grupo delictivo, de que andan buscando a alguien de nuestra familia para intercambiarlo. Eso significa que los funcionarios no tienen las condiciones para poder operar con toda libertad y con toda seguridad, agregó, y Sinaloa no está para que los niños o los hijos de la familia se tengan que ir. Eso -mandar a sus hijos al extranjero- lo hemos hecho como una medida de seguridad para evitar después hechos lamentables o prevenir cosas que no quisiéramos tener".
Pues qué bien que MALOVA y otros funcionarios se pueden dar el lujo de mandar a sus familias al extranjero. Nadamás que el resto de los mexicanos no tienen el dinero (del erario) para hacerlo. Y son esos mexicanos los que quedan expuestos por la incapacidad de los gobernantes para resolver el problema de la inseguridad.
Peor; se supone que MALOVA, siendo candidato también del PAN, debería tener el suficiente margen de maniobra para resolver el problema teniendo el respaldo de un gobierno federal panista.
Pero no: el inepto de Felipe Calderón no puede con el paquete de la inseguridad. Y MALOVA tampoco.
Razón por la cual podemos decir con todas las de la ley que elegir a MALOVA en alianza no sirvió de nada. Lo único que se logró fue ganarle al PRI, pero resolver el problema de la violencia, uno de los más graves en el país, no se logró.
Otro gallo hubiera cantado si el presidente hubiera sido AMLO y la estrategia contra la violencia fuera no de balazos, sino de oportunidades de desarrollo para que la gente no tuviera que verse forzada a incurrir en el crimen organizado.
Esa oportundad de cambiar para bie el país la tendrá de nuevo México en estas próximas elecciones.
Por eso mejor AMLO y Martí 2012.
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