La revista proceso publicó un artículo mucho muy grave sobre uno de los colaboradores de Enrique Peña Nieto. Se trata de Hugo Rosales, ex secretario de gobierno con Peña Nieto, quien es primo hermano de Marco Antonio de Haro Rosales, a quien el empresario mexiquense José Morales acusa de haberlo secuestrado para exigirle 13 millones de pesos en contubernio con las autoridades de Durango, estado gobernado por el PRI.
El artículo nara con lujo de detalle lo que ocurrió. Un comando armado levantó a don José, de 65 años, lo llevaron a Durango y le ordenaron a sus familiares que pagaran 13 millones de pesos o de lo contrario lo matarían.
La razón por la cual lo llevaron a Durango fue para encarcelarlo en un penal local y, al parecer, darle un aire de justificación legal al secuestro, acusándolo de un fraude que no existió.
“En 2006 tu papá no entregó unos equipos para la fabricación de mezcal y el Consejo Estatal de Mezcaleros –con quien se firmó el contrato– quiere su dinero”, fue lo que dijeron los plagiarios. En realidad la maquinaria sí se había entregado. Lo que querían era el dinero.
Para poder salir del penal, le fijaron a Don José una multa de 13 millones de pesos. La pagaron. Pero los secuestradores querían que le dieran mejor el dinero a ellos. No lo hicieron. Amenazaron. Y de muerte.
Don José explica a Proceso por qué está haciendo una denuncia pública de lo que le hicieron:
“¡Mire, lo que me hicieron no tiene madre! ¡Es inaudito! Mucha gente se calla por miedo. Estas cosas se tienen que decir. Vivo de mi trabajo y no puedo permitir que una bola de mafiosos y rufianes abusen y traten de hacerse ricos con el dinero de los demás. Sé el riesgo que corro pero tengo que denunciarlo. Así me educaron, para bien o para mal.”
No se trata de un rijoso, ni de un subversivo, ni de un “rojo”, ni de un guerrillero. Se trata de un empresario a quien le inventaron un pretexto para extorsionarlo.
Pregunto al electorado mexicano, particularmente a los empresarios: ¿Eso es lo que quieren? ¿Un país donde el PRI los pueda extorsionar bajo cualquier pretexto? ¿Donde el crimen opere desde el gobierno en complicidad con las autoridades judiciales?
Sería realmente gravísimo que eso ocurriera. Pero hay una manera de evitarlo: AMLO 2012.
Por eso mejor AMLO 2012.
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