El pasado viernes 25 de noviembre Alejandra Barrales me pidió mi dirección de email para enviarme lo que se suponía que sería su propuesta para el DF, puesto que es aspirante a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Esto debido a que yo le critiqué en Twitter que ella no ha presentado propuestas para el DF como aspirante a Jefa de Gobierno —cosa que sí ha hecho de manera muy específica Martí Batres.
El sábado 26, por la tarde, recibí un email de un subalterno de Barrales, con el siguiente texto:
“Adjunto al presente y por indicaciones de la Diputada Alejandra Barrales M. le envío Síntesis de los Talleres de análisis para el desarrollo económico, social y urbano del Distrito Federal que efectuaron en conjunto la UNAM a través del Programa Universitario de Estudio sobre la Ciudad y Asamblea Legislativa.
“No omito comentarle que el documento integro fue sometido a la consideración de más de 1100 Comités Ciudadanos del DF y en próximas fechas se presentará el documento con las conclusiones de expertos y ciudadanía.
“Cualquier duda o consideración, estamos pendientes.
Saludos”
Lo que me envió fue un PDF de un cuadernillo escrito no por Barrales, sino por académicos de la UNAM, del Colegio de México y otras organizaciones. Barrales sólo apareció como parte del equipo que integró del documento (es decir, que juntó todos los textos en un mismo paquete) y el cual está conformado por todos los integrantes de la Comisión de Gobierno de la ALDF, la cual incluye como integrante —y se le da crédito en el cuadernillo como tal— a Mariana Gómez del Campo, sobrina de Felipe Calderón.
Es más: el Copyright del cuadernillo nisiquiera es de Barrales, sino de la UNAM.
Pensé entonces “¿Qué no se suponía que Barrales me iba a mandar SU propuesta?”
Veo entonces dos posibles escenarios:
1. Si la ALDF participó en el proyecto del cuadernillo, entonces se usaron recursos públicos para el mismo. Y si Barrales pretende convencerme de que ese cuadernillo contiene su propuesta como aspirante al GDF, entonces se está usando un material pagado con dinero público para fines electorales. Si es el caso, sería gravísimo que Barrales haya hecho eso.
2. La ALDF no pagó, sino la UNAM. Siendo el caso, y considerando que las propuestas son de académicos varios, y Barrales sólo fue parte del equipo que juntó todos los documenpos en un mismo paquete —cosa que no requiere de gran labor intelectual— entonces tendríamos que Alejandra Barrales está pasando algo que ella no propuso como si fuera su propuesta para el DF. O dicho de manera coloquial, Barrales estaría haciendo caravana con sombrero ajeno.
Muy mal en cualquiera de las dos opciones. Sólo confirma lo que he estado señalando: que Alejandra Barrales no tiene propuesta para el DF.
Ahora bien; inclusive dándole el beneficio de la duda a Barrales, y aceptando como suya la propuesta de la UNAM, las propuestas que aparecen en el cuadernillo son francamente muy mínimas para todos los problemas que hay en la Ciudad de México —y para el tipo de propuesta que debería tener una aspirante al GDF.
Algunas nisiquiera son propuestas, sino señalamientos de lo obvio. Ejemplo:
“Diseñar y promover un modelo integral de desarrollo local sustentado en el impulso a una reindustrialización que respete y proteja el medio ambiente, promueva la creación y desarrollo de la pequeña y mediana empresa, que son las que poseen mayor capacidad para generar empleos, y apoye diferentes iniciativas de economía social que promueva la ciudadanía.”
TRADUCCIÓN: No tenemos propuesta de un modelo integral de desarrollo local.
Otras son simplemente el seguir haciendo lo que ya se hace en el DF. Por ejemplo:
“Se propone facilitar la movilidad en la ciudad fortaleciendo las políticas que privilegian el transporte público de gran capacidad.”
TRADUCCIÓN: Más metrobus. O dicho de otro modo, lo que ya se hacía con AMLO y con Marcelo Ebrard.
Otras nisiquiera son propuestas, sino lo que el gobierno tiene que hacer por ser su obligación le guste o no. Por ejemplo:
“Crear más y mejores equipamientos educativos y mejorar el acceso y la calidad de los servicios públicos urbanos, en particular agua y recolección de basura.”
Perdón pero ¿es propuesta que se mejoren los servicios públicos y educativos? ¿A poco alguien pensaba proponer que se queden sin mejoras? No, Alejandra. Eso no es propuesta: es OBLIGACIÓN del gobierno.
En total, descontando las repetidas, hay sólo 17 “propuestas”, de las cuales 15 realmente no no lo son. Sólo 2 realmente lo son: 1. Hacer más espacios públicos y remozar los que ya existen, y 2. Hacer una nueva central de abasto.
Que me disculpen los académicos que hicieron estas propuestas, pero mucho de lo que dicen es “hacer más de lo que ya se hizo” o “que haya más de lo que ya hay.”
Y que no tendría nada de malo de no ser por un detalle: sus propuestas se enfocan en sólo tres aspectos de la problemática del DF: el empleo, los espacios públicos y el transporte. Pero hay muchísimos otros temas del DF que requieren solución: el desperdicio de agua de lluvia, los encharcamientos, los problemas de los jóvenes (uno solo de los problemas de los jóvenes no es mencionado en el cuadernillo), la equidad de género, el acceso a la cultura, el derecho a la información, el empleo por medio de cooperativas, el acceso a vías de transporte sin cobro de peaje, el acceso gratuito y universal a internet (se menciona que se necesita acceso a nuevas tecnologías, pero no se propone qué hacer al respecto), etc, etc.
Por donde le mueva Alejandra Barrales, el pretender que ese cuadernillo sea su “propuesta” la deja muy mal parada.
Lo que es peor es que el cuadernillo es el resultado de unos talleres que se llevaron a cabo de febrero a marzo pasado. Era como para que en todos esos meses Barrales ya tuviera propuestas concretas que pudiera presentar como suyas si de verdad quiere ser candidata al gobierno del DF. Máxime cuando la temporada de precampañas ya está apenas a unas semanas de distancia.
Pero no las tiene. Si un documento preliminar, nisiquiera escrito por ella, es lo que Barrales pretende presentar como su “propuesta”, pues entonces, insisto, no tiene propuesta. Y un candidato sin propuesta, lo siento mucho, no es competitivo en una elección tan reñida como la que se espera en 2012.
Esa es la razón por la cual Martí Batres me parece mejor opción para la candidatura del PRD a Jefe de Gobierno del DF. Hizo no 17, sino 50 propuestas muy concretas sobre todos los problemas principales de la Ciudad de México. Si Alejandra Barrales hubiera gastado más tiempo —y presupuesto— haciendo sus propias propuestas que tomándose fotos, otro gallo cantaría. Pero no fue así. La propuesta de Barrales sigue siendo la edificación de la estética de su imagen. Es decir, sus fotos.
Y yo, como elector de izquierda, al igual que muchos otros electores de izquierda, no pienso votar por una foto. Eso ya lo piensan hacer los priistas con Enrique Peña Nieto.
Por eso mejor AMLO y Martí 2012.
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