Cometió Andrés Manuel López Obrador dos errores relacionados con el sector médico.
El primero fue haberle dado hueso de subdelegado del ISSSTE a José Manuel Mireles, ex líder de auto-defensas de Michoacán.
Sí, Mireles es médico. Pero haberle dado ese hueso hace al asunto un caso de influyentismo, que se suponía que no iba a haber con AMLO.
Porque seamos honestos: no a cualquiera que va y pide el hueso lo hacen subdelegado del ISSSTE. A Mireles se lo dieron por influencias.
Y eso, insisto, se suponía que no iba a ocurrir en la 4T.
El segundo error fue la declaración que hizo ayer AMLO respecto al déficit de doctores en el sector salud. La propuesta de AMLO fue llamar a médicos retirados a que vuelvan a trabajar en los hospitales del IMSS.
Realmente no creo que AMLO se haya dado cuenta de lo que dijo.
Para empezar, ¿de dónde saca el Peje que los médicos retirados van a querer volver al estress de trabajar un turno de hospital? ¿A su edad? ¿En qué cabeza cabe?
Y segundo, sí hay médicos. Lo que no hay es apoyos para estudiantes de medicina ni para residentes. Pero AMLO no ha querido hacer caso a ese problema.
Así que entre huesos influyentistas y propuestas inviables para el sector salud, AMLO no da pie con bola. Y eso a quien no le ayuda no es a él, sino al público.
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