Andrés Manuel López Obrador debería tomar muy en serio el hecho de que la derecha, vía el Congreso, logró desaforar y remover de la presidencia de Brasil a Dilma Rousseff, ya que algo similar podría pasarle si llegara a la presidencia.
Lo digo porque todas las encuestas muestran que AMLO es el puntero para 2018 con alrededor de 26 puntos de preferencia electoral. Lo cual quiere decir que, de llegar al poder con menos del 30% de la votación, López Obrador tendría en su contra a más de dos terceras partes del Congreso.
Sí; de acuerdo con las encuestas, El Bronco tendría apenas 10% del voto. Al no existir candidatos indpendientes al Congreso en todos los estados, ese 10% se repartiría entre los candidatos del PRI y del PAN a diputados y senadores, elevando la votación panista a entre 26 y 27 puntos, y la del PRI a entre 22 y 23. El resto se repartiría entre el PRD y los chiquipartidos.
Eso quiere decir que AMLO sólo tendría control sobre el 26% del Congreso o menos. Si el PRI y el PAN decidieran reformar la Constitución al final del sexenio de Peña Nieto para que se pudiera desaforar al presidente por otras razones aparte de traición a la patria en conflicto con otra nación, el PRI y el PAN podrán hacerle juicio político a López Obrador en cualquier momento y lo podrían remover de la presidencia tanto con una mayoría simple como con las dos terceras partes del pleno del Congreso.
Para que Andrés Manuel pudiera sobrevivir a eso, tendría que garantizar el control por lo menos de más de una tercera parte del Congreso. Es decir, por lo menos 34%.
La única manera de que eso pudiera ocurrir es con una alianza entre Morena, PRD, PT y MC en 2018. Según Reforma, el PRD tiene 8% del voto. Sumado al 26% de AMLO dan los 34 puntos que necesitaría Andrés para evitar que el PRIAN tuviera las dos terceras partes y pudieran votar para removerlo del poder.
Pero Andrés cree que es Supermán y que con su 26% le alcanza para gobernar. No es el caso.
Apanicados por una presidencia lopezobradorista, el PRI y el PAN bien podrían maniobrar para aplicarle a AMLO la misma que la derecha le aplicó a Dilma en Brasil. Y ninguna manifestación, por grande que fuera, impediría que lo removieran del cargo.
¿Cuántas manifestaciones en Brasil impidieron el desafuero de Dilma? Ninguna. Y OJO: Brasil tiene más habitantes que México.
Si Andrés Manuel sigue creyendo que Morena es "primera fuerza política" en México cuando apenas tiene 8% del voto, no ha ganado ninguna elección este año ni en Tabasco, y su 26% para 2018 está muy por debajo del 32% que tuvo en 2012, Andrés se estará poniendo de pechito para el fracaso.
Lo podría solucionar con una alianza con el PRD, pero se niega a hacerlo por egocentrista; porque cree que con su foto en la propaganda electoral basta para ganar elecciones.
Pero su foto no va a bastar para tener mayoría en el Congreso ni en las elecciones estatales. Y eso, al final, es lo que lo pone en riesgo de que le hagan lo que le hicieron a Dilma.
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