Según el ex candidato presidencial priista Enrique Peña Nieto, los supuestos "cambios" que hizo ayer en su gabinete fueron para "hacer frente a las nuevas circunstancias y desafíos que enfrenta el país."
Sólo que no hay nada novedoso en su gabinete. Son los mismos ineptos en cargos en los que no deberían estar porque no saben un carajo sobre esos cargos.
Sí; Peña Nieto puso a los mismos secretarios de estado en otras dependencias. Y lo hizo para que no se notara que en realidad lo que está haciendo es despedir definitivamente a Jesús Murillo Karam, a Emilio Chuayffet y a Monte Alejandro Rubido, e iniciar el proceso de despido de Rosario Robles, por ineptos e incapaces.
Se trata, pues, de un caso de sillas musicales en las que los mismos participantes de siempre caen en otra silla pero algunos quedan fuera.
¿Cómo va a ser eso "cambio"?
Analicemos esto caso por caso.
Como dijimos, los únicos cambios de verdad es que ya fueron de plano cesados por inútiles Jesús Murillo Karam, a quien tuvieron que correr de la PGR por el caso Ayotzinapa y lo mandaron a hacerse güey mientras cobra del erario en la Secretaria de Desarrollo Urbano, cargo para el cual no sabía un carajo.
Corruerin también a Emilio Chuayffet, a quien debieron haber despedido de la SEP hace mucho. Lo corren ahora alegando que tiene problemas de salud. En realidad lo corren por papanatas y por no haber podido con la CNTE.
A Monte Alejandro Rubido lo debieron haber corrido también hace mucho de la Comisión Nacional de Seguridad Pública -o sea la Secretaría de Seguridad Pública pero con nombre mamón. Lo debieron haber corrido por el incremento en la inseguridad, en los secuestros, en la ordeña de ductos de Pemex, y finalmente por la fuga del Chapo Guzmán, entre otras cosas. Hoy encontraron la manera de correrlo sin que se notara tanto como parte de las sillas musicales y así no atrajera tanto la atención hacia el hecho de que con Peña Nieto México está igual de mal que con Felipe Calderón en términos de seguridad pública.
Finalmente, a quien también debieron haber cesado por inepta, despilfarradora y corrupta es a Rosario Robles. Primero porque Rosario Robles despilfarró millones de pesos en promover una dizque "cruzada contra el hambre" que no sirvió para un carajo, puesto que la pobreza con Peña Nieto aumentó. Y segundo porque la dependencia a su cargo, la SEDESOL, se prestó para los planes de compra de votos del PRI, particularmente para los planes de Javier Duarte en en Veracruz.
Como en el caso de Murillo Karam, en vez de correrla de plano, la mandaron a la misma secretaría a la que mandaron a Murillo Karam cuando lo corrieron de la PGR: A Desarrollo Urbano.
Probablemente ahí se va a quedar Rosario Robles unos meses hasta que, en otra ronda de cambios para poder despedir a Luis Videgaray, finalmente le den a Rosario Robles la misma patada en el trasero que le dieron a Murillo Karam.
Todo lo demás fueron mezclas de agua con aceite. Mire usted:
1. En la SEP pusieron a Aurelio Nuño, achichincle de Peña Nieto en la presidencia cuya única función era la propaganda y la guerra sucia. Encima de eso, Nuño no sabe un carajo sobre educación pública. Sus estudios son en ciencias políticas y en universidades privadas (la Ibero y una universidad en el extranjero.)
Supongo que Peña lo puso en la SEP para pelearse con la CNTE, pero las secretarías de Estado no son para eso, sino para atender a la población, cosa que Nuño no sabe, ya que toda su experiencia política ha sido en ser asesor de Peña Nieto y de Eruviel Ávila... en cómo hacer marketing. Ponerlo en la SEP, por lo tanto, es una de las decisiones más pendejas y más dañinas para el país que se tomaron en esta ronda de sillas musicales.
2. A José Antonio Meade lo pasaron a SEDESOL. Meade tampoco sabe un carajo de desarrollo social. Era secretario de Economía con Felipe Calderón (que ya ven que grandes resultados tuvo en materia económica ¡pfffft!) y hasta ayer era Secretario de Relaciones Exteriores. Así que Peña Nieto puso a un fulano que se la vivió durante dos años y medio con viajes y lujos en el extranjero ¡a atender a los pobres! ¡Qué pendejada!
3. Claudia Ruiz Massieu pasa de la Secretaría de Turismo a la Cancillería. Ruiz Massieu se dedicaba a hacer publicidad. No es lo mismo hacer comerciales para promover el turismo que tener que lidiar con el hecho de que el gobierno de Peña Nieto no haya querido extraditar a tiempo al Chapo Guzmán a Estados Unidos y eso tenga al gobierno de Barack Obama severamente molesto. ¿Lo pretende solucionar invitando a John Kerry a que visite la Riviera Maya o cómo? No mamen.
4. El otro cargo que llamó la atención fue el del ahora ex gobernador priista de Querétaro, José Calzada Rovirosa, a quien pusieron en Sagarpa. Lo cual es una tontería, ya que Calzada estudió administración de empresas (en México todos estudian administración de empresas cuando no saben qué chingados estudiar) y su única experiencia remotamente relacionada con la Sagarpa es que fue consejero para asuntos de pesca y medio ambiente en la embajada de México en Estados Unidos. En otras palabras, fue director técnico de asuntos sin importancia en una embajada, que es el premio de consolación que le dan a los priistas para que no estén jodiendo durante algún tiempo.
Así que ahí tienen al nuevo gabinete. Mismos changos pero entras ramas del mismo árbol. Sillas musicales pues.
El problema, es que poner a los mismos ineptos en cargos que tampoco saben cómo desempeñar, lo único que va a causar es que al país le siga yendo mal o le vaya peor.
Para terminar, noten un dato curioso: Peña Nieto no tocó, a pesar de que urgía que lo hiciera, ni a Osorio Chonga -a quien se le escapó el Chapo Guzmán- ni a Luis Videgaray -a quien se le escapó el dólar-, con lo cual se confirma que Osorio y Videgaray sí son los delfines de Peña Nieto para 2018.
Videgaray, no obstante, tiene una mayor posibilidad de que lo corran si la economía sigue hundiéndose.
Déjenme adivinar: lo van a mandar a la Secretaría de Desarrollo Urbano luego de las elecciones del año que viene.
En fin...
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