La diputada ex panista Purificación Carpinteyro declaró en entrevista radiofónica que ni se disculpa, ni pide licencia, ni renuncia, ni se va de su curul por el escándalo de la grabación en la que la cachan haciendo negocios de telecomunicaciones pese a que legisla sobre ese tema, lo cual raya en el tráfico de influencias.
Pidió además que la investiguen, pero que también investiguen a otros legisladores, en alusión a la telebancada.
Y también dijo que no es ilegal lo que hizo ni hay conflicto de interses porque no está usando información privilegiada y que el negocio del que hablaba por teléfono no lo está haciendo ahora, sino que "se echaría a andar a partir de que yo termine la legislatura."
Ah no, ahhhh, ah bueno, qué gran diferencia.
Pues entonces que renuncie desde ahorita si desde ahorita quiere echar a andar un negocio para cuando deje el cargo. Cínica.
Peor; Dijo que la conversación que tuvo con un empresario de telecomunicaciones fue sólo una de muchas conversaciones en las que ella pretende incitar a empresarios a participar en el sector de telecomunicaciones.
¿De gratis? A que no. Si todos esos empresarios hacen negocio y le dan una tajada, no será poca cosa.
Que deje el cargo entonces.
Retó además a los que sacaron las grabaciones -ella dice que son las empresasa afectadas por la reforma de telecomunicaciones- a que saquen 20 o 30 grabaciones que tienen con otras 20 o 30 personas con las que ha hablado en el sector.
De nuevo: Cínica. Eso no la hace héroe. La hace presumir un muy grosero tráfico de influencias para beneficio personal desde el poder público.
Por todo lo anterior, insistimos en que Carpinteyro debe dejar el cargo. Sin embargo, en una cosa sí tiene razón: En que se debe investigar al resto de la telebancada.
"No me separo, ni pido licencia ni me voy a excusar, porque yo no creo tener un conflicto de intereses como otros sí lo tienen" dijo Carpinteyro en Telefórmula.
"Que se me haga una investigación a mí, pero a los otros también", agregó, en referencia a la telenbancada.
En efecto; Si se va a investigar a Carpinteyro por conflictos de intereses, que investiguen entonces a Ninfa Salinas, hija del dueño de TV Azteca, y a todos los diputados y senadores que son ex funcionarios de Televisa.
Por último, Carpinteyro dijo que interpondrá una denuncia por espionaje telefónico, lo cual resulta incongruente e irónico puesto que ella le entregó a Felipe Calderón grabaciones telefónicas de Luis Téllez cuando era secretario de comunicaciones y transportes.
¿Entonces nomás se vale cuando conviene pero no cuando la afecta a ella?
Ah qué fea es la incongruencia.
Y aún así, Carpinteyro tiene razón cuando dice esto:
"Si después de una investigación se determina que hay conflicto de intereses, yo soy la primera que digo que se investigue, y si hay conflicto de intereses, todos lo que tengamos ese conflicto de intereses dejemos esta discusión".
De acuerdo. Que se vaya ella, pero también que se vaya toda la telebancada.
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