De acuerdo con Reforma, durante 2013, primer año de Peña Nieto en Los Pinos, las tomas clandestinas para robar petróleo o combustibles a Pemex aumentó 69.4% respecto a 2012 de acuerdo con los propios datos de Pemex.
En todo el año se contabilizaron 2 mil 627 tomas clandestinas, mientras que en 2012 fueron mil 550.
Lo que más se robó con esas tomas fue Diesel y gasolina, con una afectación estimada en 3 mil a 7 mil millones de pesos, entre 10% y 20 % más que en 2012.
La cifra equivale a la quinta parte del presupuesto promedio de un estado.
Peor: las tomas clandestinas son adjudicadas al crimen organizado, lo cual demuestra que en realidad Peña Nieto no lo está combatiendo y, por el contrario, parece estarle permitiendo que incremente sus actividades delictivas en perjuicio de Pemex.
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