Según una versión publicada ayer por Salvador García Soto, los partidos políticos acordaron cambiar el aumento del ISR en la reforma fiscal para que le sea aplicado a quienes ganen de 60 mil pesos al mes en adelante.
Pero el ISR sigue creciendo hasta llegar a 45% para quienes ganen poco más de 83 mil pesos al mes, lo cual perjudicaría a las pequeñas y medianas empresas.
Por contraste, a las compañías mineras que se llevan el oro, plata y demás metales con valor de mercado, obteniendo jugosas ganancias, les reducirán el impuesto que pagan de 7.5% a 5%.
El grado de inequidad de esa medida es nauseabundo y es un verdadero golpe a las pequeñas y medianas empresas que, entre ISR e IVA, tendrán que pagar 61% de sus ingresos en impuestos, mientras que a las grandes mineras, como a las de grupo México, de Germán Larrea, les van a bajar los impuestos.
Para que se den una idea de lo injusto de este tabulador de impuestos, va de nuevo cuánto se cobra de ISR en Estados Unidos dependiendo del nivel de ingreso (en equivalente en pesos al mes):
Hasta 9 mil 668 pesos al mes: 10%
Hasta 39 mil 270 pesos al mes: 15%
Hasta 95 mil 170 pesos al mes: 25%
Hasta 198 mil 520 pesos al mes: 28%
Hasta 431 mil 545 pesos al mes: 33%
Hasta 433 mil 333 pesos al mes: 35%
Más de 433 mil 333 pesos al mes: 39.6%
Eso quiere decir que a los que les quieren cobrar de 32% a 45% en la reforma fiscal de Peña Nieto en Estados Unidos pagan 25% de ISR.
Sólo los verdaderamente más ricos pagan 39.6% de ISR.
Lo único que lograrán los partidos políticos con el nuevo tabulador -que sigue desplumando a la clase media- es acabar con las pequeñas y medianas empresas y aumentar la informalidad.
Si de verdad querían que los más ricos pagaran, le debieron subir los impuestos a las mineras, a las grandes empresas (y restringirle las deducciones), a los jets y helicópteros privados (IEPS y tenencia de 53% a lps jets y helicópteros, igual que al tequila), eliminar por completo la consolidación fiscal, y cobrar IVA a las transacciones en la bolsa independientemente de que generen ganancias o no.
De otra manera, la reforma fiscal seguirá siendo un agravio a la clase media y nada más.
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