Pero la realidad es que Deer Park no es una buena inversión para Pemex, ya que impide que Pemex pueda obtener hasta 4 veces más ingreso y reducir el precio de la gasolina que se vende en México hasta 3 veces.
Esta serie de columnas muestran lo que nadie dice sobre el mal negocio que está resultando la refinería de Deer Park para Pemex, el daño que Shell le ha hecho a México, y las razones por las cuales México no debe abrir el sector energético al capital privado precisamente por casos como el de Deer Park.
Empecemos con una breve semblanza de cómo fué que Pemex se involucró con Deer Park y cómo es que funciona mal.
Una transa del sexenio de Salinas
En 1993 el gobierno de Carlos Salinas de Gortari decide comprarle a la trasnacional Shell, por medio de Pemex, el 50% de la refinería de Deer Park, Texas, en mil millones de dólares.
El pretexto era que le salía más barato a Pemex comprar ese 50% de Deer Park, que se especializa en crudo pesado, que modernizar TODAS sus refinerías.
El razonamiento es un absurdo (y es falso, además, ya que podría obtenerse el dinero de recortar sueldos de la alta burocracia y de eliminar la consolidación fiscal). Pemex pudo haber modernizado sólo una refinería en México (finalmente sólo hay 2 refinerías que pueden procesar crudo pesado) en vez de desperdiciar dinero en Deer Park.
¿Por qué fue un desperdicio Deer Park? Por esto:
Pemex compra a Shell el 50% de la refinería de Deer Park a cambio de que la refinería garantice la compra de petróleo pesado Maya a México. Con el acuerdo, Shell proporcionaría 50% del crudo y Pemex el otro 50% para refinar.
Esto quiere decir que Pemex estaría comprándose a si misma el 50% del crudo para Deer Park. O lo que es lo mismo, Pemex le estaría vendiendo a Shell crudo mexicano a la mitad de su precio, ya que cada quien pondría la mitad de la inversión.
A cambio, Pemex tendría que comprarle a Deer Park gasolina no al 50%, sino al precio del mercado. Esto quiere decir que, de aplicarse las mismas condiciones hoy en día, con el barril de petróleo en 106.53 pesos el barril, y la gasolina en 294.90 dólares el barril, México le estaría vendiendo a Deer Park el litro de petróleo crudo a 0.66 centavos de dólar. Pero Pemex, a cambio, le estaría comprando la gasolina a Deer Park en 1.85 dólares el litro sin contar el precio del transporte. Una pérdida neta de por lo menos 64.32% de la ganancia que Pemex podría obtener si refinara el crudo para el consumo de gasolina en México.
El dinero que obtiene México de Deer Park, por lo tanto, no es de la gasolina para México, sino de la venta de gasolina de Deer Park a otros mercados. El problema es que México sólo obtiene, en teoría, la mitad de las ventas. Pero nisiquiera eso obtiene, ya que le tiene que pagar a Estados Unidos el 39.6% en impuestos y tiene que seguir reinvirtiendo un porcentaje en la refinería.
¿Con cuánto dinero se queda Pemex entonces? Suponiendo que le reinvirtiera 10% a Deer Park, Pemex sólo se quedaría con 50% de su 50% de las ventas. Es decir, con 25%.
Si se refinara el petróleo en México sin participación privada, lo que Pemex recibiría sería el 100% de las ventas. Es decir, su ganancia se cuadriplicaría.
Y si esas ventas dentro del país fueran la misma cantidad de las que hace con Deer Park, entonces Pemex podría reducir el precio de la gasolina en un 75% antes del costo de transporte.
Eso quiere decir que la gasolina costaría entre 3 y 4 pesos el litro para consumo interno. Lo que sobrara se podría vender a 8 pesos el litro, lo cual sería un precio más atractivo que la gasolina que vende en Estados Unidos en cerca de 14 pesos el litro.
Eso para empezar. En la segunda parte de esta serie, que publicaremos en blogdeizquierda.com mañana, día en el que Enrique Peña Nieto presenta su reforma energética privatizadora, mostraremos que lo que publicamos hoy es apenas la punta del iceberg.
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