Lo hemos dicho dos veces en este blog pero lo tenemos que repetir para que se entienda: El caso de Genaro Góngora Pimentel, aunque suene feo, es realmente mucho menos grave que el de la golpiza del nieto de Jesús Murillo Karam.
Primero porque Góngora no es funcionario público. Dejó de serlo en 2009 y los hechos que le imputan ocurrieron bastante después de eso. Se trata de una disputa familiar y no afecta de manera sustantiva al país. Hay víctimas, sí; sus hijos. Pero por lamentable y duro que suene, para el país no hay mayor consecuencia.
"Es que traficó influencias", lo acusan. Pero eso lo dicen simplemente porque el juicio contra su esposa fue rápido. Es decir, los que lo acusan de "tráfico de influencias" lo que parecen promover es que la justicia no sea rápida.
Cuando ese argumento se cayó, entonces salieron con que es injusto que no le de la pensión justa a sus hijos. Pues sí. Y de nuevo; suena feo, pero casos como el de Góngora ha muchísimos. No disculpa a nadie y no debería haber un sólo caso, pero ¿por qué la atención al caso Góngora si hay casos de pensión injusta -o de falta de pensión de plano- mucho más graves? Pues porque los otros son son gente famosa.
En cambio, el caso de Jesús Murillo Karam es gravísimo y sí tiene una afectación para todo el país.
No se trató sólo de una golpiza a la hija del director del CISEN, lo cual en sí ya es grave, sino además se trató de una "negociación" (que apesta a auténtico tráfico de influencias) directamente por parte de Murillo Karam para que el director del CISEN convenciera a su hija de no denunciar al nieto de Murillo de acuerdo con Lydia Cacho. Es decir, para que le diera impunidad.
¿Entienden lo que eso significa? El encargado de procurar justicia en México operó directamente para darle impunidad a un criminal y el encargado de darle seguridad al país accedió a esa impunidad, vulnerando la integridad de su hija al negarle la posibilida de denunciar.
Tanto Murillo Karam como el director del CISEN son funcionarios públicos federales de alto nivel. El destino del país, en cierta forma, está en sus manos.
¿Entienden la gravedad del caso Murillo Karam ahora?
¡Carajo! Esto no es una telenovela. Esto no es un chisme de lavadero para que la gente se sienta moralmente superior. ¡Es lo que le espera a México con Murillo Karam y Eugenio Imaz!
Peor: el haber hecho tanto escándalo como hizo Carmen Aristegui por un asunto personal de Góngora sin ser funcionario, le dio al PRI y al salinismo la cortina de humo que les urgía para tapar el caso Murillo Karam.
¿No lo creen? Vean las primeras planas del periódico salinista La Razón del 23 y 24 de mayo:
Y si van al sitio de internet de La Razón, verán esta imagen:
Como pueden ver, el Salinas News 2.0 no perdió la oportunidad para hacer guerra sucia y tratar de embarrar a AMLO en el asunto. ¿Por qué? Porque AMLO consideró poner a Góngora de asesor de ganar la presidencia.
Eso sí; del caso Murillo Karam hay silencio en la primera plana.
"¡No se vale criticar a Carmen! ¡Ella hace lo que puede!" dicen algunos. Otros dicen que es que ya tenía mucho tiempo preparando este reportaje.
¿Y QUÉ?
Hasta los mejores trabajos deben pasar a segundo plano, o deben aplazarse, cuando ocurre algo mucho más importante y grave.
Carmen Aristegui no es tona. Sabe perfectamente es que es mucho más grave una golpiza con impunidad negociada por el titular de la PGR que un asunto personal de alguien que NO es funcionario público.
Ignoro de verdad por qué hizo esto Carmen Aristegui. Me parece la peor decisión que ha tomado este año. Bien pudo esperarse unos días más hasta que el caso Murillo quedara bien trabajado y expuesto ante la opinión pública. Pero no quiso. Lo mencionó de pasada, pero no le dio la misma cobertura con entrevistas, audios, y etc.
Esto a pesar de que una fuente absolutamente confiable, Lydia Cacho, señala a Murillo Karam como el artífice de la impunidad de su nieto.
Vamos a ver si hoy Carmen Aristegui decide finalmente darle buena cobertura al caso Murillo Karam, o si le da otra cortina de humo al salinismo para que sigan desviando la atención del caso Nieto Golpeador.
PD: Algo que indigna sobre este asunto es que hace unos años Carmen Aristgui acepó que la maquillaran como si la hubieran golpeado para una campaña contra la violencia contra las mujeres.
Pero en vez de hacer ese tema el principal en su programa de radio, lo que vimos fue un tema intrafamiliar de alguien que no es funcionario que fue usado por la derecha salinista para tapar el verdadero caso de violencia contra la mujer que quedó impune gracias a una negociación de Jesús Murillo Karam de acuerdo con Lydia Cacho.
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