El gobernador de Nueva Izquierda de Morelos, Graco Ramírez, se sacó de la manga una supuesta encuesta en donde dice que el 80% de los mexicanos no quieren que el PRD tome la tribuna durante la toma de protesta del ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto.
Digo se la sacó de la manga por esta declaración de Ramírez:
"Una mayoría abrumante de mexicanos no quiere vernos tomando la tribuna el día 1 de diciembre, un contundente 80 por ciento, por lo menos, de los mexicanos en las encuestas que hemos revisado nos dice que no van a compartirlo, que es lamentable que haya todavía quienes piensen hacer este tipo de cosas."
Varias cosas balconean a Graco:
1. 80% "por lo menos" quiere decir que hay más, lo cual no es posible en una encuesta. O tienes el número o no. Suena a que Graco está inventando el número.
2. Dice que las encuestas le dicen que los mexicanos "no van a compartirlo" y que es "lamentable que haya todavía quienes piensen hacer este tipo de cosas."
Pero resulta que ninguna encuesta recopila respuestas tan detalladas.
Por otro lado, no le creo a Graco que 80% de los mexicanos no quieran que el PRD tome la tribuna ya que la distribución electoral en el país es de tercios. Ese 20% estadísticamente resulta muy difícil de creer.
A menos de que la encuesta haya sido telefónica, lo cual implicaría un sesgo a favor de los electores que tienden a votar por el PAN y por el PRI.
Ahora bien; en lo personal que la estrategia de la izquierda en San Lázaro no debe ser de toma de tribuna, sino de bloqueo de entradas al salón de sesiones. Que Peña Nieto no pase. Punto. Que se vaya a tomar protesta a otro lado. Eso sería mucho más contundente que la toma de la tribuna.
Digo esto porque la izquierda debe mostrar que es la segunda fuerza política del país (que en realidad es la primera si descontamos los votos comprados por el PRI). Y sólo lo podrá hacer mandando a Peña Nieto a tomar protesta a otra parte.
¿Quiere tomar protesta? Que la tome, pero bajo las condiciones que ponga la izquierda. Que vea Peña Nieto que no va a hacer su voluntad ya que compró la presidencia.
Y si Graco quiere seguir de lambiscón, allá él. Pero el hacerle caso a las lambisconerías de Graco le va a restar fuerza a la izquierda. Si la gente votó por la izquierda fue porque no quiere al PRI. Por consiguiente, si la izquierda se pone blandita con el PRI, va a perder al electorado que votó por la izquierda.
Eso es lo que el PRD debe entender.
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