De acuerdo con La Razón, los hecho ocurrieron el pasado 2 de noviembre durante una proyección de "Ralph el Demoledor", a la que acudíó Enrique Cuacuas y dos de sus hijos, uno de los cuales, de nombre Hendrik, fue asesinado de un balazo por un desconocido.
Pese a la agresión, la película no se suspendió; sólo encendieron las luces para sacar al menor, sin buscar al menor o cerrar la sala o dar aviso a la policía.
El diario señala que los trabajadores colocaron al niño en la cajuela de un carro al que le bajaron los asientos traseros, y lo llevaron al hospital de la Comunidad Económica Europea, sin siquiera dar sus nombres.
El padre del niño relata que nunca llegó una ambulancia al Cinépolis, por lo cual los trabajadores se llevaron al niño sin siquieran avisarle.
Fue dos días después que la Procuraduría de Justicia del DF fue notificada.
El cine sigue operando sin problemas ni reclamos de las autoridades, mientras que el personal del hospital no ha buscado a la familia del niño para apoyarlos ni para reportar los hechos.
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