Los problemas de la capital del país son los de México pero desde el gobierno de la ciudad se deben emprender acciones de transformación que ya no podrán ser llevadas a cabo por el gobierno federal por más que éste cambie de política y de partido. Por tal motivo, es necesario –agregó Pablo Gómez— contar con un programa de gobierno que extienda la política social y lleve a cabo una democratización en el Distrito Federal.
En especial, el senador capitalino hizo un llamado a llevar las becas a todos los estudiantes de la enseñanza superior para abatir la deserción escolar y garantizar a todos los alumnos la oportunidad de finalizar sus estudios. Asimismo, subrayó que el gobierno capitalino debe quintuplicar su gasto en educación media superior y superior para ampliar la matrícula de esos niveles.
En el tema de la democracia, Pablo Gómez reiteró su postura en el sentido de que las delegaciones deben contar con cabildos capaces de representar a los ciudadanos, dejando atrás los gobiernos unipersonales de los actuales delegados que, en los hechos, no rinden cuentas al pueblo ni son sujetos de control político de parte de una asamblea representativa. En este mismo sentido, el senador se pronunció a favor de mecanismos legales de consulta a los ciudadanos para tomar las decisiones más importantes de la ciudad, tanto a nivel central como en las delegaciones.
En particular, Pablo Gómez hizo un llamado a contrarrestar la política clientelar de condicionar acciones de gobierno hacia sectores especialmente necesitados. Los programas sociales deben ser de carácter general y universal para cubrir las necesidades de todos los que se encuentren en la misma situación sin discrecionalidad política de los gobernantes, enfatizó.
Uno de los mayores problemas de la gran urbe capitalina es la falta de planificación, por lo que es indispensable la creación de un plan de desarrollo y mejoramiento urbano que tenga carácter de ley y se encuentre sujeto al control ciudadano. La planificación ha estado ausente en la ciudad de tal manera que el desarrollo de los servicios y la construcción de obras de infraestructura se produce en forma incidental, recordó el legislador capitalino. Los habitantes de la ciudad tenemos derecho a decidir en qué se ha de invertir, cuáles son las prioridades y en cuánto tiempo se resolverán determinados problemas. Sin planificación democrática esto sería imposible, agregó Pablo Gómez.
Una democracia funcional debe tener en la Ciudad de México unos pilares fundamentales, entre ellos, el carácter universal de la política social, el pluralismo en la administración local, la toma de decisiones ciudadanas para planificar la acción pública y una política cultural innovadora e incluyente que incorpore a la sociedad.
Martí Batres podría impulsar una política democrática y de izquierda en la Ciudad de México, ya que no se trata de un recién llegado a la izquierda sino de un militante de toda su vida, por lo que es preciso que las izquierdas presenten un candidato del todo diferente a quienes será postulados por el PRI y el PAN, portadores éstos de la política de antes, concluyó el senador Pablo Gómez.
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