De acuerdo con el diario El Sur, de Guerrero, el estudiante Gerardo Torres Pérez fue detenido por la policía, separado y sometido a severas torturas y golpizas para obligarlo a declarar que llevaba un arma de fuego AK-47. Esto debido a que Torres habría juntado algunos casquillos repercutidos, de los mismos que habría detonado la policía, y los llevaba en la mano.
Lo anterior habría sido revelado por el abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachillonan, Vidulfo Rosales Sierra.
Rosales denunció que la Procuraduría de Justicia de Guerrero le impidió a los abogados de Centro de Derechos Humanos participar para asistur a los estudiantes detenidos mientras declaraban.
Agregó que muchos de los detenidos fueron sometidos a torturas en pa PGJE, principalmente a fuertes golpizas.
Esta mañana la Procuraduría Guerrerense alegó que los estudiantes iban armados con granadas y armas de fuego. Sin embargo, las imágenes del violento desalojo en la Autopista del Sol, a las afueras de Chilpancingo, muestran que no es el caso.
De hecho, uno de los dos estudiantes asesinado fue masacrado por la espalda mientras se alejaba de la policía.
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